Reglas

1.- Los prompts se publicaran cada domingo
2.- Cada historia deberá publicarse a más tardar a las 12:00 de la noche del viernes siguiente.
3.- Cada historia debe ser de un máximo de 750 palabras. (no incluido el título en su caso)
4.- Al aceptar el prompt, es necesario dejar un comentario en el mismo como compromiso de publicar la historia.
5.- Agregar a su post con la historia la etiqueta "cuento " y luego su nombre.

sábado, 30 de octubre de 2010

Él

Eran días extraños, una casa extraña, una ciudad aun más…
Toda mi vida había vivido en un pequeño pueblo y ahora me encontraba solo en la gran urbe, en las colonias alejadas del centro, por donde circulaba la droga, los maleantes, enfermos y muertos.

Solo.

Caída la noche al salir de la universidad donde los amigos aun eran pocos, regresaba a mi casa en el tren ligero, rodeado de desconocidos, para luego al final de mi estación recorrer grandes manzanas, cines derruidos, hospitales y funerarias con árboles inmensamente horribles, un templo, un Farmacias Guadalajara y después una vuelta en la esquina, oscura soledad, oscura calle con olor a aceite quemado y débiles lámparas ambarinas.

Cruzar una calle, detenerme en un semáforo legañoso. Soledad en medio de la lluvia de Octubre. Algunos pasos, unos enclenques cipreses. Me detengo a la puerta, gris, opaca, Federación 992. Introducir la llave angosta, un pasillo en tinieblas, escaleras que me hacen tropezar, un patio al que la luna no ilumina del todo. Otra puerta, atascada por el óxido del tiempo. Soledad.

Ingreso en penumbra tenebrosa, enciendo la luz y prefiero apagarla, una sala de pana café, piso sucio y muros cubiertos de telarañas, quiero llegar a mi cuarto pero me separa un pasillo que me aterra, imágenes del pasado. Al llegar empujo la puerta tras un chirrido de goznes comprimidos de tanto abrir y cerrar. Ominosa imagen, una habitación sucia, llena de libros y baratijas, mi mundo.

Dormir, quiero dormir, y lo intento en las inmediaciones del crepúsculo onírico. Soledad.

Padre nuestro que estás en…me rindo a las negruras del sueño…
Vuelta tras vuela, caer en el abismo, romper las correas de la vida y ahogarme en el vacio de la ciudad y sus ríos, esta es mi realidad, esa fue mi realidad.

Inconsciencia.

En medio de las sabanas, del aire poluto, desde las pinceladas de mis primeros óleos escucho un rumor que surge de otro mundo, uno que quizá conocí en la niñez de mi alma…el trepidar de unas garras, de su voz que roe mi valentía…

No es nada, o tal vez solo una inverosímil acepción de una pesadilla, pero mis oídos humanos, los de carne también los escuchan…Tengo miedo de levantar la cobija, y en un impulso mecánico lo hago, y en el mismo impulso permanezco inmóvil ante la macabra visión.
En contraposición con la ventana, en medio de la débil luz de plata veo el contorno de un ser que a pesar de su silueta reconozco no es humano…oscuridad, soledad, ahí, parado a mis pies, alargando sus garras pero sin poder tocarme, es como un simio humano, de piel quemada y ojos cual tizón…No me puedo mover, solo lo observo, ahí, inmóvil…sin palabra alguna, solo …en la penumbra…es un…no puedo pronunciarlo…y sin embargo sé que es y que hace aquí, en esta habitación donde antes según dicen habitaban espectros…

Inmovilidad absoluta, rigor que solo me conmina a ver la criatura que ha brotado de la dimensión más remota de mi mente…quizá de otro mundo…
Vete, vete espíritu inmundo, horror surgido del seno del caído…Vade retro…
Pero él replica sin mover labio alguno, pues no posee tal… vade ultra…
Me consume el sepulcral temor…

De mi boca surgen palabras desconocidas…sentencias, formulas mágicas transliteradas por alguien mayor…

Lentamente brota en mi pecho un vago calor confortante… ¿Dios quizá?
Se difumina la figura. Pero aun hoy me cuestiono por la naturaleza de aquel ser que tanto mis ojos astrales, como estos de grasa y carne un día vieron…

1 comentario:

CT dijo...

Me encantó! muy bueno!